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La evolución de PUBG: De mod a mainstream y todo lo demás

Tengo 26 años y aún recuerdo la primera vez que me dejé caer por Erangel. Era 2017, estaba ejecutando PUBG en un portátil apenas capaz, y el juego parecía una patata. Pero no importaba. La adrenalina de lanzarse en paracaídas, rebuscar botín y sobrevivir hasta el círculo final no se parecía a nada que hubiera jugado antes. En 2025, PUBG ha recorrido un largo camino: de un acceso anticipado de mala calidad a un pulido battle royale. Ha sido un viaje salvaje, y pensé que merecía la pena echar la vista atrás para ver cómo se desarrolló todo.

Esto no es una lección de historia. Es solo la opinión de una persona sobre la evolución de PUBG a lo largo de los años, sus aciertos, sus errores y por qué sigue siendo importante.

El mod que lo empezó todo

Antes de que PUBG fuera PUBG, era un mod. Brendan "PlayerUnknown" Greene creó un modo battle royale para ARMA 2, inspirado en la película japonesa Battle Royale. Era descarnado, lento y brutalmente realista. Ese mod acabó llamando la atención de los desarrolladores, y Greene fue contratado para ayudar a crear H1Z1: King of the Kill. Pero tenía planes más ambiciosos.

En 2016, Greene se asoció con el estudio surcoreano Bluehole para crear un juego independiente. Ese juego se convirtió en PlayerUnknown's Battlegrounds, y llegó al acceso anticipado en marzo de 2017. No fue fácil (fallos, retrasos, caídas), pero también fue revolucionario. PUBG no inventó el battle royale, pero lo generalizó2.

2017-2018: Los años del boom

PUBG explotó. En cuestión de meses, contaba con millones de jugadores. Streamers como Shroud y DrDisrespect ayudaron a alimentar el hype, y "Winner Winner Chicken Dinner" se convirtió en un meme. El juego era sencillo: 100 jugadores se dejaban caer, saqueaban y luchaban por ser el último en pie. Sin respawns ni segundas oportunidades.

Erangel fue el único mapa en el lanzamiento, y era perfecto: grande, abierto y lleno de posibilidades tácticas. Después llegó Miramar, el mapa del desierto, que añadía combate a distancia y más verticalidad. Le siguió Sanhok, que ofrecía una acción más rápida en un mapa más pequeño. Cada nuevo mapa cambiaba la forma de jugar, y eso mantenía las cosas frescas4.

PUBG también llegó a las consolas -Xbox One a finales de 2017, PS4 en 2018- y lanzó PUBG Mobile, que se convirtió en un monstruo por derecho propio. Especialmente en lugares como India y China, PUBG móvil era el juego.

2019-2020: Dolores crecientes

Con el éxito llegaron los problemas. El rendimiento de PUBG era un desastre. Caídas de fotogramas, desincronización y hackers estaban por todas partes. Fortnite estaba ganando terreno con su jugabilidad más fluida y su modelo free-to-play, y PUBG empezó a sentirse tosco en comparación.

PUBG Corp no se quedó de brazos cruzados. Lanzaron actualizaciones para mejorar la optimización, añadieron bots para ayudar a los nuevos jugadores y presentaron Vikendi, un mapa nevado con mecánicas únicas como las huellas y el clima dinámico. También lanzaron un modo de clasificación, que dio a los jugadores competitivos algo por lo que luchar más allá de los cosméticos.

Pero el juego empezaba a mostrar su edad. El manejo de las armas seguía siendo sólido, pero la interfaz parecía anticuada y el ritmo era más lento que el de los nuevos battle royale.

2021-2023: Reinvención y refinamiento

Esta fue la era de la reinvención. PUBG pasó a ser free-to-play a principios de 2022, lo que trajo una oleada de nuevos jugadores. Renovaron Erangel con mejores texturas e iluminación (Erangel 2.0), añadieron nuevas armas y vehículos e introdujeron características como drones, kits de reanimación y entornos destructibles.

Los desarrolladores también apostaron por los deportes electrónicos. El Campeonato Mundial de PUBG y las ligas regionales se pulieron, con mejor producción y mayores premios. La profundidad táctica del juego lo hizo ideal para el juego competitivo, aunque no fuera tan llamativo como algunos de sus rivales.

PUBG Mobile también siguió evolucionando, con contenidos exclusivos, eventos cruzados (Godzilla, Resident Evil, etc.) y su propio ecosistema de esports. En algunas regiones, PUBG Mobile era mucho más popular que la versión de PC.

2024-2025: PUBG en la era moderna

¿Dónde está PUBG ahora? Honestamente, está en un buen lugar. No es el juego más popular de Twitch, pero es estable, maduro y sigue siendo divertido. Los desarrolladores se han centrado en mejorar la calidad de vida, mejorar el matchmaking y crear contenido estacional que mantenga el interés.

Hay más juego multiplataforma, mejores sistemas antitrampas y un flujo constante de actualizaciones. El juego es más fluido, tiene mejor aspecto y se juega mejor que hace cinco años. No intenta ser llamativo, sino sólido.

La hoja de ruta de PUBG para 2025 incluye nuevas acciones del jugador, mecánicas de vehículos y sistemas de objetos. No están reinventando la rueda, sino refinándola. Y eso me parece bien.

Lo que PUBG ha hecho bien

  • Armamento: Sigue siendo uno de los mejores del género. El retroceso, la caída de las balas y la variedad de armas hacen que cada combate parezca ganado.

  • Diseño de mapas: Erangel, Miramar, Sanhok, Vikendi... todos ofrecen diferentes estilos de juego. Ningún mapa parece de relleno.

  • Tensión: PUBG es sinónimo de supervivencia. Cada partida es una historia. Cada muerte importa.

  • Potencial deportivo: El ritmo del juego y su profundidad táctica lo hacen ideal para el juego competitivo.

Puntos débiles de PUBG

  • El rendimiento: Durante años, PUBG fue un desastre en los sistemas de gama baja. Ahora está mejor, pero los primeros días fueron duros.

  • Trampas: Los hackers proliferaban, especialmente en Asia. El sistema antitrampas ha mejorado, pero sigue siendo un problema.

  • Accesibilidad: PUBG no es fácil de aprender. No hay tutorial y la mecánica es compleja. Los bots han ayudado, pero sigue siendo intimidante para los nuevos jugadores.

  • UI/UX: Los menús y el sistema de inventario siempre han resultado toscos. Han mejorado, pero siguen sin ser geniales.

Por qué PUBG sigue siendo importante

PUBG no es solo un juego, es un modelo a seguir. Demostró que el battle royale podía ser algo más que un truco. Inspiró Fortnite, Apex Legends, Warzone y una docena de juegos más. Demostró que la tensión, el realismo y la estrategia podían coexistir en un género que suele estar dominado por el caos.

Incluso ahora, PUBG ofrece algo diferente. Es más lento, más táctico y menos indulgente. No reapareces. No se construye. Sólo sobrevives. Y esa simplicidad es poderosa.

Para mí, PUBG es un alimento reconfortante. No juego todos los días, pero cuando lo hago, me resulta familiar. El sonido del avión, el ajetreo del saqueo, el pánico de oír pasos... todo sigue ahí.

Reflexiones finales

La evolución de PUBG a lo largo de los años no ha sido perfecta. Ha tropezado, se ha visto eclipsado y ha tenido que luchar para seguir siendo relevante. Pero nunca se rindió. Siguió mejorando, siguió escuchando y siguió ofreciendo una experiencia única.

En 2025, PUBG ya no es el rey de los battle royale. Pero sigue siendo un contendiente. Sigue mereciendo la pena jugarlo. Y sigue siendo uno de los juegos más importantes de la última década.

Así que sí, esa es mi opinión. Sin palabrería de marketing ni exageraciones de deportes electrónicos, solo una persona reflexionando sobre un juego que cambió nuestra forma de jugar.


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